viernes, 28 de septiembre de 2012

Más Relatos de la 20 de Noviembre...

 Sobre La Enlutada 

Hola, Sr Leopoldo:

 Mi nombre es Juan Rodriguez Lopez, viví por más de 30 años en aquellos ayeres —sesentas— en el Callejón del Carmen, Colonia 20 de Noviembre.

Estaba con un amigo —Vicente León— afuera de nuestras casas; eran altas horas de la madrugada; estábamos tomando unas cervezas. Los dos la vimos —a la enlutada— una señora que caminaba apresuradamente; pero no se le veían los pies.

Íbamos hacia la casa de mi amigo Vicente; los dos la vimos desaparecer; pero antes de que desapareciera; iba muy rápido por la calle, no pisaba; —parecía que flotaba—.

Lo que me ha sorprendido; sin querer, en el blackberry de mi esposa, encontró sobre leyendas de Tijuana y al ver la foto de la enlutada; —Leyendas de Rancho alegre— es la misma que vi en aquellos años; y a estas alturas del 2012; me dio un escalofrío al ver la foto...



Bola de Fuego 

Otra cosa que vi; y pasó en la Colonia 20 de Noviembre por el año de 1967...

Yo tenía siete años...

Estábamos todos los niños jugando afuera, cerquita de la vías del tren; —Era de tarde a noche.— Iban el panadero y su novia caminando sobre las vías; frente al Callejón del Carmen, donde viví por muchos años; y mientras oscurecía, vimos los niños y sus respectivas familias que a la pareja la seguía una bola de lumbre; que se hacia de chica a grande de tras de ellos. ¡Las personas rezaban!

 —Juan Rodriguez Lopez—

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Desaparecidos de Baja California


—¿Psicosis en el área?—

Recientemente, en Tijuana y Ensenada, han surgido noticias que nos han concernado de una forma u otra a todos; a los padres de familia, a muchos estudiantes —de todos los niveles— a quienes viven en la ciudad o en zonas rurales; sin importar edades; ya sean estudiantes o trabjadores, hombres o mujeres.

Parece que hay cosas que están fuera de las manos de las autoridades; fuera de las manos de todos; del ciudadano de a pie. Notas preocupantes cada día en los periódicos. Una Magali y un Aleph; ya encontrados, podemos decir que aunque estaban desaparecidos por su propia voluntad; aún así, muchas otras desapariciones no han tenido un feliz descenlace, como podemos ver en El Mexicano o El Frontera; o cualquier diario local de todos los días.

Por eso le pedí a Delia Preciado —reportera de Radio Formula— me mandara un borrador de uno de sus reportajes —medidas personales de seguridad— para compartirlo con ustedes, los lectores de mi blog de leyendas...

En entrevista con el señor Vazquez —encargado del monitoreo de la UABC, Tijuana— quien me dio las siguientes medidas personales de seguridad, sugirió lo siguiente:

1. Evitar caminar por lugares desolados.

2. Contar siempre con un medio de comunicación (celular).

3. Comunicar a una persona de confianza donde se encuentra; a dónde se va siempre.

4. Evitar acercarse a vehículos donde se encuentren personas sospechosas; volver a lo básico, no hablar con desconocidos.

5. No caminar por calles solas por altas horas de la noche.

6. Tener a la mano un gas pimienta —si se es posible y si el riesgo es continuo—.

7. Tener buena condición física para correr en caso de que sea necesario. —Usar tenis o calzado apropiado para correr—.

8. Caminar en pares o en grupo de preferencia.

9. No contestar mensajes de celular a personas extrañas.

10. Si alguien te pide hablar a solas no te alejes, no accedas.

11. Al salir de la escuela —o del lugar de trabajo— no quedarse sola —o solo— en la parada del camión.

12. No abordar transporte público vacío —o sospechoso—.

Me gustaría agregar aquí que si por algún motivo te vas de tu casa, avisa, un aviso quita una carga muy pesada para quien nos ama; una nota puede hacer la diferencia.

Para finalizar, creo que todos somos vulnerables de la delincuencia, pero con estas medidas de seguridad el riesgo es menor o nulo. Cuidemos de nosotros mismos.

—Con colaboración de Delia Preciado—

martes, 11 de septiembre de 2012

Los Pobres Indigentes de Mexicali


—Titulo original: Otro indigente muerto en el Centro Cívico; encontraron el cuerpo antes de salir el sol—

MEXICALI.- Un hombre de apariencia descuidada, muy flaco, probablemente indigente, se acostó antes del amanecer en una banca de paradero de camión y poco después de salir el sol lo encontraron muerto.

La muerte lo sorprendió en uno de los cruceros más transitados por carros y peatones, en el Centro Cívico, a la altura de las calles Independencia y Calafia, contra esquina de la Plaza de Toros Calafia.

Al acostarse en la banca de metal y madera, el sujeto que vestía harapos, recostó la cabeza sobre una bolsa repleta de basura. Tenía una mano entre las piernas y la otra sujetando la almohada improvisada.

“Es como si se hubiera acostado sabiendo que nunca iba a despertar”, dijo una dama que esperaba el camión.

Las primeras hipótesis de las autoridades investigadoras fueron en el sentido de que el varón, como de 40 años de edad, pereció de muerte natural.

El hallazgo macabro fue denunciado alrededor de las seis y media por personas que se encontraban esperando el transporte público a las afueras de una tienda Oxxo.

Llegaron al lugar socorristas de la Cruz Roja, pero al percatarse de que el sujeto había fallecido, llamaron al Servicio Médico Forense para el levantamiento del cuerpo y la correspondiente necropsia de ley..

Al momento de redactar esta información, no se sabían datos sobre la identidad y posible domicilio del ahora occiso.

En esta capital en las últimas semanas han encontrado la muerte “por causas naturales” en la calle muchas personas —la mayoría indigentes— en decesos atribuidos a deshidrataciones producidas por el inmenso calor.

—Fuente: El Mexicano—

No me acuerdo quien dijo: "el día que el gobierno se encargue de los más pobres, entonces ese día vamos a tener gobierno".
—¿Lopez Obrador?—


sábado, 8 de septiembre de 2012

Adiós María Elvia


Parece que fue ayer, cuando por cosas del destino me tocó conocer a la que fuera la más querida primera dama de Tijuana; María Elvia Amaya. La conocí allá por los setentas, cuando trabajó un tiempo de secretaria en aquellos almacenes de abarrotes al mayoreo.

Yo era el muchacho que hacia el aseo, a quien saludaba María Elvia, como si fuera un profesionista y no un simple empleado de mantenimiento.

Dios la tenga con Él y siga haciendo el bien desde el cielo.

—D. E. P.—

sábado, 1 de septiembre de 2012

Fantasmas de la Linda Vista —Los Tacones—


Bueno, pues yo viví muchos años en la colonia Linda Vista, parte baja, exactamente arriba de la "L". Para los que son de por ahí, es la colonia que está arriba de la subidota —en lo más alto—.

En ese lugar, todas y lo repito "TODAS" las casas están embrujadas...

Como embrujados están el callejón primero y el que sigue; son dos callejones juntos, después mando fotografías. Empezando por ahí —el callejón— se dice que por ahí pasaba la famosa "Tía Juana" con su carreta, pues según se dice, por ahí agarraba rumbo hacia su casa; como si fuera un atajo.

Hasta la fecha, a altas horas de la noche, se escucha el sonido de las cerraduras que traían los caballos; y también el sonido de las ruedas de la carreta, curiosamente el sonido se escucha en los techos de las casas, como si antes ahí hubiera sido un cerro, —un monte— o algo así.

También, alrededor de las 2 de la mañana; a veces se escucha —en el primer callejón— a una mujer de tacones pasando por ahí.


Mi madre, mis abuelos y mis tíos llegaron a Tijuana en 1963; mi madre, solo tenía un año de nacida, me dice que cuando tenía ocho fue que la escuchó por primera vez, y cuando se fijó por la ventana de su cuarto que daba hacia el callejón, no vio nada; se lo comentó a mi abuela, y mi abuela le dijo que ella también la había escuchado algunas veces desde que llegaron a vivir a esa casa; pero cuando se fijaba por alguna ventana nunca veía a nadie.

Pasaron los años —mi madre, y algunos otros vecinos de por ahí— platican que todavía a veces se escucha el sonido, a las 2 de la mañana, de una mujer paseando por ahí en tacones.

Mi abuela me platicó alguna vez, que una vecina de ella le dijo que era el fantasma de una sexoservidora, que vivía por ahí antes; pues la calle primera está algo cerca de por ahí, y que por a esa hora regresaba a su casa, pero que una noche la mataron en un bar —y que desde entonces— como si se escuchan todavía sus tacones, pasando por ahí.


Bueno eso es todo por hoy, después trataré de mandar fotos del callejón o callejones y de las casas de por ahí adjunto con sus historias; pues cada casa tiene su propio "FANTASMA". —Sí, aunque usted no lo crea—. Pediré permiso a sus habitantes para así poder publicar en este espacio direcciones, nombres y por supuesto fotos. —No os precupeis, casi todos los habitantes de por ahí son conocidos mios, pues eran mis vecinos cuando yo viví allí de peque—.

Saludos a todos,

—Nani—



¡Qué interesante, Nani!

Gracias por comprtirnos esta historia; sí, la Linda Vista es otra de las colonias más antiguas de nuestra ciudad; me imagino que mientras más antigua, más relatos, más leyendas, y sobre todo más recuerdos. Otra vez, gracias y esperamos más de tus historias; y ¿de las fotos y permisos? No te procupes; no hay problema, no tomes riesgos!!! pasan los años, los vecinos se van, se cambian y ya no sabemos ahora quien vive ahí.

Siguimos en contacto,

LE

El Piano


Mi tía, la hermana de mi madre —hermanas por adopción— había viajado por todo el mundo; y después de haber vivido en España y Francia por muchos años, decidió un día regresar a su natal México, para eso se trajo todas sus curiosidades que había coleccionado por Europa, entre cuales se encontraba su más preciado objeto: un piano que compró por su recorrido en Alemania.

Es que mi tía había recibido una herencia muy grande, al convertirse en heredera universal de sus padres; y supo como organizarse para vivir como una reina entre lujos y más lujos; pero lo malo es que mi madre —al no ser hermana natural de ella— era como la criada de mi tía.

Mi madre no lo podía ocultar, era terrible el dolor que mi tía le causaba.

Yo quería pensar bien de mi tía; pero aunque sintiera simpatía por ella; yo siempre vi mal, el mal trato que siempre le dio mi tía a mi madre; la cual sabía muy bien donde mi tía guardaba una buena cantidad de dinero que escondía: en la caja del piano...

Un día mientras me daba clases de piano, ella le dijo autoritariamente a mi madre: "cuando termines de darles de comer a mis perros y termines de limpiar los baños, te llevas a este muchacho y lo metes a bañar; no quiero que Iñaki me llene de piojos mi casa."

Me dio mucho coraje aquello que dijo mi tía; pero no le dije nada. Lo que sí hice, cuando ella me dejó solo en el piano, abrí la caja y tomé el sobre, de donde mi madre me había dicho se encontraba esa gran cantidad de dinero en efectivo; y me lo eché entre los libros de mi mochila.

Por su puesto, mi madre supo y solapó mi acción, y cuando mi tía se dio cuenta la tuvimos que llevar a un hospital psiquiátrico; donde tuvo que ser internada por el desequilibrio psicológico que este robo, acción mía le causó.

Yo me confortaba pensando para mi mismo: "se lo merece, con todo y su dinero, ella nunca más ofenderá a mi madre." Mi madre me escondió por si a caso, mandándome a Tijuana, donde hice vida y nunca más volví a ver ni a mi madre, ni a mi tía; pero nunca perdí el contacto con mi madre, la cual se encargó de que —después de salir del hospital mi tía— de nunca decirle lo que hice.

Pasaron muchos años, me hice viejo, y mi tía murió cuando estaba por cumplir los cien. Creo que fue una broma de mal gusto de parte de mi madre cuando recibí vía mudanza terrestre el piano de mi difunta tía.

Me llegó el piano íntegro, tal como lo veía en la infancia y en la temprana juventud; fino, limpio, brilloso, intacto; pero me molestaba verlo. Me recordaba tantas cosas... La arrogancia de mi tía, el mal trato de mi tía para mi madre, las clases de piano que tanto odiaba, y... lo que más me incomodaba, era que ahora iba a ser el eterno recuerdo de mi acción... mi mala acción.

El piano era un H. Lubitz de 1890, mi madre sabía que era una antigüedad que podría ser vendida a muy buen precio; pero esto fue algo que no pude platicar con ella por que al poco tiempo de recibirlo, mi madre murió.

Y el piano de mi tía estaba ahí, como burlándose, festejando la perdida de mi madre.

Una noche oí sus notas, como cuando me daba clases de piano mi tía, me levanté para darme cuenta que nadie lo estaba tocando; simplemente me parecían sus teclas como una sonrisa cínica en el marco de una pintura negra —fúnebre— y nueva a la vez; pero se me ocurrió una brillante idea: pintarlo, cambiarlo de color.

Mandé comprar lija, y bajo el asombro de mis hijos y de mi esposa me puse a lijarlo, alguno de mis hijos me dijo: "¿Qué hace papá? ¡¡ese piano es una antigüedad!!" No me importaba lo que pensaran, tenía que cambiarle el color.

Estaba tan metido en mi empeño de transformar el piano, que no me di cuenta que el negocio que había puesto con mis hijos estaba en problemas; al poco tiempo perdimos el negocio. Como tampoco me di cuenta que uno de mis hijos estaba en malos pasos, y al poco tiempo, lo echaron a la cárcel.

El piano. El piano me tenía obsesionado.

Llegó aun más, mal tiempo; más problemas. Se acabó el dinero, no había para los gastos, a tal que un día nos cortaron la luz; y llevé a vender el piano. Piano por el cual tan solo me dieron doscientos pesos.

Piano que fue testigo de la maldad de mi tía, y de mi madre los malos concejos. Piano que fue testigo de mi propia maldad; piano que volvió a mi vida para burlarse.

Ahora lo entiendo claramente, nada queda impune. Tarde o temprano; con todo y los muy buenos pretextos; con creces, todo se paga. Todo se paga en esta vida. Con creces. Todo.

El piano. El piano me dejó loco... El piano... El piano... El piano... ¿De Catalina de Siena o de Ana Bolena? El piano decorativo... No; el piano vengativo... El piano de los lamentos. El piano de los muertos. El piano. El piano de Santa Teresita, el piano de Dios Padre. El Piano. ¡El Piano! El piano justiciero... El piano...

Atentamente, y aunque ese piano ya no es posesión mía, entre su melodía —perpetua— con todo y pena, os saludo, y os reitero, cuidado, todo se paga. Con creces. —Todo—. Cuidado. El piano...

—Iñaki E. Fernandez—

Ratones en el Foro



—Titulo original: Irrumpen ratones en presentación en Bit Center—

TIJUANA, Baja California (PH) Pequeños y sin invitación dos ratones se robaron los reflectores durante la presentación en la que se hizo la entrega oficial de los estímulos a la innovación realizada en el Bit Center.

La atención de los funcionarios e invitados se dirigió al piso cuando Claudio Arreola, representante del Bit Center, estaba en pleno discurso.

No hubo gritos aunque si risas nerviosas de funcionarios y asistentes que se percataron del incidente.

Ocurrente, el siguiente orador Enrique Villa, director general del Conacyt, dijo antes de empezar su discurso que lo que andaba por el suelo eran robots diseñados en el Bit Center como muestra de la innovación tecnológica, palabras que se celebraron con carcajadas y aplausos.

Fuente: Frontera Info

El Niño del Coco


Creen que soy centroamericano; pero soy en realidad jarocho (otro gentilicio para veracruzano); pero ahora vivo en Rosarito; y lo que quiero relatar aquí es de la visita de la "mala persona".

Soy una persona sencilla, pero no supersticiosa y lo que vi aquí, en Rosarito, me dejó sumergido en el misterio. Estoy muy intrigado.

Fue recientemente, ahora que hizo mucha calor, calor que nosotros ya estamos familiarizados, era tanta la calor que siguió después de la ligera llovizna; que a pesar de que ya estamos familiarizados con éste, no podíamos dormir.

Eran las tres de la mañana, estoy seguro; pues eché un vistazo al despertador. Como le comento, la calor era intensa.

Opté por dejar la cama, y me dirigí por un vaso de agua a la cocina, las ventanas de la cocina y de toda la vivienda estaban abiertas, y fue entonces mientras me servía el agua que oí que de las palmeras se soltó un coco.

No son muy común aquí los cocoteros —las palmeras con cocos— por eso me asomé por la ventana y allí estaba el coco tirado en el suelo, de impulso y por lo sabroso que es la agua de coco quise ir a recogerlo, pero al dirigirme a la puerta y al abrirla, lo vi ahí, mirándome a mi directamente, riéndose de mi —junto al coco—: la mala persona, un niño como de dos o tres año —en pañale— y de pie, recogiendo el coco.

Fui a levantar a mi esposa para que lo viera, pero al llegar —al regresar— a la puerta ya no estaba.

Era la mala persona —estoy seguro— pues un niño de dos o tres año, en pañale, riéndose, no está a las tres de la mañana recogiendo cocos; metiéndose en los patios traceros de las casas, riéndose y burlándose de la gente.


—R. A. G. - Lesly Lesly

Es Baja California, no "Baja"


Le echo la culpa a nuestros gobernantes del por qué parece que no tenemos gobierno, desde lo más sencillo a lo más importante, es que todo es importante...

Cuando votemos por gobernador, elijamos uno que sepa hablar y no cualquier mono que crea que todo se rige por gringadas (modismos estadounidenses). ¿Baja? Ojo: ya hay una Baja en Puerto Rico. O sea, sí pasáramos a hacer colonia de Estados Unidos — Dios no lo quiera, pero a como están las cosas— ¿Pasaríamos a ser de Baja 2? Considerando que ya hay una "Baja" en Puerto Rico.

O —quizás— los californianos ya le sacaron "copy rignts" a California y ya nos limitaron a la mitad del nombre de nuestro estado.

—¿Baja?

—¿Siempre se sube para arriba y se baja para abajo?

—Sí, a menos que vengas a Baja... Geograficamente a Baja California, parado de cabeza en California.

—La señora graciosa que sale en la tele ¿Es baja?

— Sí, es muy corriente...

— ¡No. Me refiero a qué si es baja de estatura!

— ¿Parece usted de baja estima?

—Y de baja presión que es lo peor. Y lo que es todavía peor, de baja renumedación economica.

—Bajale al coraje, para que no sufras y no te rebajes; pero baja esos kilitos de más para que no te de un infarto.

—Baja si estás en el segundo piso de tu apartamento para que hagas ejercicio.

—¿Eres de Tijuana?

—Sí, de Tijuana baja te de las nubes.

—Y yo de Mexicali, baja te de las nubes tú.

Tercer interlocutor:

—Y yo soy de Toa Baja, Puerto Rico. Animo, que la Baja, el idioma y el imperio en vez, mejor nos una; pero nosotros fuimos los primeros, bajense de las nubes, por que hermanos, ustedes son los de Baja Dos.

Bajacaliforniano, defiende tu patria chica, es Baja California, no "Baja".