lunes, 4 de noviembre de 2013

La Raitera


Bueno,  quiero platicarles algo —relacionado a la Dama de la Rumorosa—. Mi tío (Q.E.P.D.) era un trailero con mucha experiencia en ese trabajo; casi a diario iba y venía de Mexicali a Tijuana.

Una noche que le tocó viaje, se paró en La Progreso a checar las llantas; y tomar un café. En la obscuridad se le acercó una mujer vestida de negro, con la cabeza cubierta con un reboso y ella le dijo que si le daba raite —transporte— a Tijuana; y mi tío le dijo que sí.

En el transcurso del camino él trató con insistencia de hacerle platica, ella nada más respondía: "mmm mm sí", "mmm mm no". Él intentó —según platica él— verle la cara, y se agachaba un poco despintándola, no traía luz interior el trailer;  mi tío nos dijo que nunca le pudo ver la cara.

Antes de llegar al Hongo hay una gasolinera abandonada por la Libre; a esa altura, la mujer le dijo que si se podía parar para ir al baño; y mi tío se orilló. Había un arbusto no muy grande, y ella se fue hacia atrás; de repente se vino un aire fuerte y helado. Él se comenzó a poner nervioso, pues cada vez iba aumentando más —la fuerza del viento— mi tío le gritó ¡ya vámonos! varias veces; como no volvía, fue a asomarse y no se veía la mujer por ningún lado; de pronto se cerró por si sola la puerta del trailer, muy fuerte, donde venía ella. Mi tío se alejó rápidamente de ahí muy asustado.

Cuando llegó a Tijuana le comentó a sus compañeros, a lo cual ellos le respondieron burlonamente, "como serás tonto, subiste a la raitera".

Al siguiente año, aproximandamente por esas mismas fechas, falleció mi tío de un infarto. Esto —que aquí relato— sucedió en el año 2011 a principios de abril...

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