jueves, 1 de octubre de 2015

Suicidios en Tijuana.... ¡A la Alta!

¿Qué tiene el otoño que a mi gente le hace tanto daño? Parece que llega esta temporada y, ¡cómo registran los diarios suicidios! No que sea una cosa que se dé solo en estos meses, pero es algo que, como mi vecina Jenni una vez me dijo: "llega el otoño, y ¿no sé qué me pasa? ¿Qué todo se me hace tan triste?" —Con relación a ella misma— No que esté de acuerdo con ella; pero, me llama la atención. A mí al contrario, me gusta la temporada, y la disfruto; pero es algo real, algo que pasa con mayor frecuencia pasando el equinoccio de otoño. Me llama la atención, tal vez porque es algo que he vivido. ¿Quién no se ha sentido suicida alguna vez en su vida?

Tijuana, 60 suicidios en lo que va del año, a la alta.

Es algo que debemos tener en cuenta, estos meses empezando el otoño y terminando el invierno, la gente es más susceptible a la depresión; y, esto es algo que te puede llevar a tomar una mala decisión; en la mayoría de los casos, una decisión irreversible.

Aquí algunas estrategias para alejar la depresión y sus pensamientos negativos.

-Sí eres o te consideras una persona deprimible; haz por ti cosas, cosas que te gusten; cosas que te hagan sentir bien —menos  drogarte—. Arreglate, como si fueras a una fiesta. Deporte; no tienes que estar en un equipo de futbol, empieza una rutina deportiva, la que gustes. Artes, ¿no quieres meterte a la casa de la cultura? hay clases de dibujo y hasta de lo que gustes en el Internet; incluyendo hobbies y pasa tiempos. Encuentra una actividad que te guste.

-No le des vueltas y vueltas a las cosas que te entristezcan o que te hagan enojar; mejor dale la vuelta —pensando— en las cosas que te alegren.

-Sonríe, aunque no tengas ganas, ayúdate gesticulando frente a un espejo.

-Haz alguna cosa por los demás. ¿Le has llevado alguna vez de comer algo a algún mendigo? ¿de los que hay en la calle Tercera?

-Rodéate de gente positiva, se selectiva, selectivo; escoge muy bien tu compañía.

-Festeja todo, incluso esas fechas que no estén en tu calendario religioso.

-Gasta luz, prende todos los focos. Ahora que los días se hacen cortos, la oscuridad del horario atrae —a algunas personas— pensamientos depresivos o tristes, la luz los aleja.

-Rompe la rutina. Sal a comer aunque sea a un puesto pobre de tacos. Ve al cine, visita a alguien, ve a un masaje, ve a tu iglesia, ve a donde quieras, pero sal.

-Acéptate a ti mism@ y acepta a los demás como son. Eres irrepetible. Disfruta tu individualidad y la individualidad de los demás; que aburrida sería la vida si todos fuéramos iguales, ¿no crees tú?

-Visita un psicólogo (esto hasta puede ser divertido, no es cosa del otro mundo).

-No discutas con tu pareja en frente de tus hijos -(¡Ahhh, y tampoco les cuentes tus problemas!).

-Medita. Meditar es el arte de no pensar en nada, date un tiempo para relajarte, respirar profundamente y dejar pasar los pensamientos sin observarlos.

-Superarlo. Es normal que todos tengamos pensamientos tristes y hasta suicidas, lo que no es normal es no poder superarlo, di "ya basta, este pensamiento no es mío, no lo quiero; alejate", y dale vuelta a la hoja, siempre hay algo mejor; en qué o quién pensar.

Trata una o dos de estas estrategias, verás que hacen la diferencia.

Esta estación, y la que viene —otoño e invierno— están llenos de días festivos, creo que el universo los impuso, a modo de autodefensa para contrarrestar esos estados de ánimo que nos trae el fin del verano. Festeja todo; prende todas las luces, dale sentido a tu vida haciendo cosas que te gusten. En vez de pelear, discutir, o enojarte, dale una vuelta a la manzana, invita a tu espos@ —Rehúsate a seguir peleando—. ¿El dinero es el problema? Recuerda que no lo es todo en la vida... Mira hacia a fuera, ayuda a alguien, decía san Francisco de Asís: "Si Dios puede trabajar a través de mí, Él puede trabajar a través de cualquiera", y esto es muy recomfortante, lo suficiente como para darle sentido a la vida.

2 comentarios:

  1. Hola amigo Polo!
    Es una temporada que me gusta mucho, por el clima mas que nada, pero yo era de esos que se deprimía cada mes de septiembre , octubre ya veces en diciembre, no sabía por qué... después lo analicé y fue porque la primer novia que tuve (primer amor) que me pegó fuerte el enamoramiento, terminó conmigo a finales de un mes de octubre y cuando era soltero la recordaba y añoraba mucho en cada aniversario.

    Años después fue por la partida de mi mamá en un 2 de septiembre, que no es otoño aun, pero se alargaba el sentimiento a partir de esa fecha... y sobre todo al llegar la navidad, ya que ella era el alma de nuestras fiestas. En parte por eso, hasta los temas instrumentales de navidad o villancicos me eran muy nostálgicos, que me daban más ganas de llorar que de celebrar... menciono esto porque supongo que a mucha gente le ha pasado lo mismo en esta temporada de fines de año.

    Sin embargo, hay que saber canalizar toda depresión, al menos yo nunca pensé en el suicidio, porque afortunadamente me gusta ver mucho alrededor, al cielo azul, el salir a correr y valorar el entorno que ofrece la naturaleza, el oír música alegre, cine de comedia, buscar estar con amigos o con la novia, o esposa me sirvieron mucho en su momento.

    Siempre hay actividades que lo alejan a uno de los malos pensamientos, como los que bien nos comparte aqui, que son muy buenos tips.

    Saludos mi estimado Leopoldo! Buena entrada!

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    1. Hola, estimado Héctor. Todos somos diferentes, es lo bonito y bueno de la vida, la mayoría de las personas son más fuertes de lo que se imaginan, como tú; que cada dos o tres meses corres 42 kilómetros por el placer de correrlos. Otras que siendo fuertes, eventos tan duros; como lo que nos compartes, las hace débiles; y otras más, que siendo débiles, les hace fuertes.

      Creo que si hacemos una encuesta la mayoría de las personas les favorece un cambio de temporada, porque cada estación tiene su encanto; a otras por algún motivo estos cambios les entristecen, a veces por asuntos no tan graves como lo puede ser un día nublado o lluvioso.

      Gracias por tu retroalimentación al tema, que nos invita a canalizar la depresión, a voltear a ver alrededor; y a valorar todo lo demás que nos ofrece la vida.

      Gracias, estimado Héctor.

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