sábado, 18 de junio de 2011

El hombre sin cabeza del Valle de las Palmas


Tecate, Baja California

Leopoldo:

Mi hermano es centrado, siempre lo ha sido, toda la vida. No esta en drogas —nunca lo ha estado— y es un hombre muy trabajador, toda la vida lo ha sido, estoy muy orgullosa de él, ¿y a que viene tanta explicación?

Para presentar este caso que le sucedió a mí hermano.

Fue cuando él tenia como 28 años, que él mismo lo vio, y lo dejó mudo por mucho tiempo. Venía él de su trabajo, que estaba en La Mesa —de Tijuana— trabajaba de ayudante de mecánico entonces. Una tarde, mientras manejaba su Ford 78, esos días no era un carro muy viejo, el cual traía siempre muy bien arreglado.

Desafortunadamente, esa tarde lo dejó tirado.

No llegaba a la casa, y él siendo un joven muy de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, se nos hizo raro que no llegara a la hora de siempre, eran como las ocho de la noche y siempre llegaba a más tardar a las seis. Así que, mi padrastro, decidió irlo a buscar, acompañado por mi mamá y yo.

No batallamos mucho en encontrarlo, estaba allí su carro a lado de la carretera y él adentro, sumergida su cara en el volante y él, en estado de shock, lo primero que pensamos que había sufrido un accidente.

Pero, luego nos enteramos de lo que realmente le había sucedido.

Dejamos su carro allí y nos lo llevamos rumbo a una clínica. El tan solo iba temblando sin poder pronunciar palabra. Mi padrastro se dirigía a llevarlo de inmediato con el doctor del pueblo. Mientras mi mamá y yo tratábamos de re-animarlo en medio de nuestra desesperación. Y el doctor fue quien nos dijo que se trataba de un estado de shock, lo que sufría mi hermano.

Fue después de varios días, que ya pudo hablar y nos pudo platicar —lo sucedido— que al descomponérsele el carro, allí junto a un árbol, a lado de la carretera, se le presentó un hombre, sin cabeza, y con esta entre sus manos.

Se encerró en su carro y ya no quiso saber nada.

Ya está bien, y siguió adelante, gracias a Dios, este trauma solo le duro algunos años, y sin poder hablar tan solo unos días.

Por mucho tiempo se corrió el rumor de que en esa zona del Valle de las Palmas había ese espanto de esa manera, realmente no sabemos lo que vio mi hermano, una broma de muy mal gusto o qué, pero entonces fue vista por muchas personas, personas que no conocían a mi hermano.

—María de Jesús, entonces vecina del Valle de las Palmas en Tecate—



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