Escribir en mi blog era algo de todos los días.
¡Qué feliz era cuando escribía!
Erase cómo dejarse llevar por una rara melodía.
¿Dónde estarán Lila, Sabina y Roberto?
Y, ¿las veces que contestaba a sus correos y a sus comentarios?
Y, aunque parezca que no, parecía que no moriría.
¡Ups!
¡Ya estoy muerto!
No, para nada... No, yo no... ¡No!
—Yo no soy el desaparecido—
Fallecidos están y los enterraron con honores
A mis viejos amigos,
y a mis nuevos amores.
y a mis nuevos amores.
Muertos están,
junto con un montón
de mis lectores.
de mis lectores.
Aprovecho este festejo que de pronto y como por arte de magia volvió a resurgir; como evento insólito y de ultratumba en nuestro país, la celebración del Día de Muertos y sus Calaveras Literarias; —Qué interrupción tan larga— (Aprovecho) para agradecerles a quienes de una forma u otra han seguido mi blog; a los comentaristas y a quienes se han puesto en contacto para sugerir, compartir o saludar. GRACIAS.
Muy agradecido porque ustedes saben que para un escritor lírico —como yo— al igual que los artistas que interactúan en los parques, vivimos de sus aplausos. Gracias.
Y, ¿Lila, Sabina y Roberto? ¿Hectorín? Algún día volverán; lo sé, al termino de su tardía adolescencia. Aquí los espero en mi blog, con todo el tiempo del mundo y lleno de paciencia. La paciencia es el arte de esperar; y la ciencia del que no desespera, a ustedes también gracias, inspiración y motivación para este blog.
Feliz día de Muertos.
leyendasdetijuana@live.com
Buena la calavera, jajaja! Aunque no se si Hectorín sea yo, pues nunca me he ido, para muestra la Mano Huesuda y este comentario.
ResponderEliminarUsted no desaparezca amigo, su blog tiene un estilo único y que no se parece al de nadie... saludos!
Hola, Héctor. Gracias por tu comentario y por tu incansable participación en este blog (por supuesto me refiero a ti). Adelante, campeón.
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