La Presa se llama así, algunas calles, algunas escuelas... Pero, ¿por qué se le tiene a este personaje histórico, tan presente en Tijuana? en Baja California? ¿quién fue Abelardo L. Rodriguez?
La figura de Abelardo L. Rodríguez, gobernador de nuestra entidad de 1923 a 1929, reviste un especial interés puesto que las repercusiones de algunas de sus obras han llegado hasta nuestros días. Con motivo del 46 aniversario luctuoso, que se conmemora el próximo miércoles 13 de febrero redactamos estas líneas para repasar la trayectoria de un hombre controvertido, pero cuyas aportaciones, sin lugar a dudas, vinieron a inyectar un dinamismo sin precedentes en la vida económica de la región, derivando hacia un mayor bienestar y calidad de vida de sus habitantes.
Rodríguez fue un hombre excepcional cuyas características predominantes fueron la capacidad de liderazgo como parte intrínseca de su personalidad, así como la visión para concebir proyectos y llevarlos a su realización, es decir, un espíritu emprendedor. Excepcional, decimos, puesto que así lo pone de manifiesto la trayectoria que recorrió, tanto en la vida política del país como en el campo de los negocios, los cargos a los cuales accedió y sus logros en el terreno empresarial, mismos que por cierto, siempre estuvieron concebidos de tal manera que sus beneficios se derivaran también en un mejoramiento integral de las condiciones de existencia para sus trabajadores: empresas rentables, pero planeadas sin perder de vista el beneficio social.
Menciono líneas arriba de don Abelardo como un personaje controvertido, y en ese sentido es pertinente tomar en cuenta el hecho de que él encarna el prototipo del general revolucionario, (no de escuela), que se enriqueció de manera meteórica en la etapa posterior al movimiento armado y, por otra parte, como puede corroborarse en fuentes documentales tanto hemerográficas como bibliográficas, así como en testimonios orales, amasó su capital con base en el otorgamiento de permisos y de su participación en empresas dedicadas a la explotación del vicio tanto en Mexicali como, en forma predominante, en Tijuana. En esta ciudad Rodríguez Luján fue uno de los socios fundadores y primeros accionistas, junto con el “Barón Long”, Writ G. Bowman y James N. Crofton, del mundialmente célebre “Casino de Agua Caliente”.
Abelardo Rodríguez Luján llegó a la cúspide de una carrera política, pues no sólo fue gobernador de nuestra entidad, sino que, después de desempeñar diversos cargos en la administración federal, fungió como presidente “sustituto” de la república, elegido y designado por, Plutarco Elías Calles a raíz de la renuncia de Pascual Ortiz Rubio al cargo. Posteriormente y en la década de los años cuarenta también fue gobernador de su estado natal Sonora.
Cuando asumió la Presidencia de la República, lo primero que hizo fue escribirle a su madre una carta que decía lo siguiente:
“ Mi querida mamá: Quiero que sea mi primer acto y mi primera firma como Presidente de la República, dirigida desde el Palacio Nacional, para ti. No para que te sientas orgullosa de tu hijo, sino para que sepas que tu hijo está orgulloso de ti “. Abelardo
En su libro de Memorias que titula “Autobiografía “ presenta al inicio, un texto que él llama “ Dedicatoria “ y transcribo textual:
Lo diré sin reticencias, con toda franqueza y sin falsa modestia. Esta es la historia de un hombre de origen humilde y pobre. A los seis años usaba zapatos solo en determinadas ocasiones: los domingos, los días de fiesta o cuando la intensidad del frio obligaba a calzarme. Tuve de trabajar para ayudar a mis padres y por eso suspendí los estudios sin terminar siquiera la educación primaria. Después procure instruirme por mi propio esfuerzo. Luche contra la adversidad y lo logre encumbrándome, tanto en el mundo oficial como el de la iniciativa privada.
Dedico estas memorias a la juventud desheredada de México, para invitarla a que, mediante la reflexión y el esfuerzo tesonero y responsable, emprenda el camino lícito que la lleve a vencer el infortunio.
Firma
Abelardo L. Rodríguez
Por otra parte quiero destacar que en el periodo de Rodríguez se dio gran importancia al rubro educativo. Un dato que habla por sí mismo es que las necesidades en cuanto a educación primaria estaban satisfechas en un 96.72%, tomando en cuenta que había en el Distrito una población escolar de 5 mil niños y la inscripción general de las escuelas era de 4 mil 836 educandos.
En cuanto a la industria, fue un sector decididamente apoyado por el gobierno de este general revolucionario, durante ese periodo en la entidad, se fundó la Compañía Industrial Jabonera del Pacifico, S.C.L., se fortaleció la Compañía Algodonera de la Baja California, S.A., con lo cual se había iniciado la industria de transformación algodonera en la entidad en 1915. Se estableció también una fábrica de aceite de semilla de algodón y operaban diversas empresas como la Compañía Harinera de la B. C., el Molino Harinero de Tecate, la Cervecera de Mexicali, S.A., la Compañía Cervecera de Tijuana, S.A. y la Fábrica de Aeroplanos, que funcionaba en Tijuana.
En lo que se refiere a los negocios privados, fue el creador de muchas e importantes empresas –fue co-fundador de más de 80 firmas-, por lo cual se convirtió en uno de los principales promotores del desarrollo económico, no sólo de Baja California, sino de otras entidades del país.
La dirección de educación del 20 Ayuntamiento de Ensenada, este miércoles 13 de febrero en punto de las 10:00 a.m., en el Mausoleo del panteón municipal de la Delegación del Sauzal “de Rodríguez”, B.C., donde descansan los restos del general Abelardo L. Rodríguez, se llevará a cabo un homenaje luctuoso en conmemoración a los 46 años del fallecimiento, de este personaje que dejó un precedente como militar revolucionario, político, gobernante y empresario, bien recordado por muchas personas . El orador oficial de este evento será el distinguido maestro y conocido declamador Adrián Ojeda Escamilla.
Abelardo L Rodríguez, nace en Guaymas, Sonora, un mayo 12, de 1889, y muere en la Jolla, California, un febrero 13, de 1967.
Enlace para autobiografía: Abelardo L Rodriguez
—Por: Enrique A.Velasco Santana, revistafundadores@yahoo.com.mx—
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