—Titulo original: INAH preserva misiones de Baja California—
El instituto ha logrado detener el deterioro de 16 recintos construidos entre 1752 y 1834
Labor. La técnica de conservación está basada en aglutinantes vegetales como la baba de nopal y lleva más de una década de aplicación (Foto: Agencia/ELUNIVERSAL )
MEXICALI | Jueves 17 de febrero de 2011 Notimex | El Universal18:44
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Gracias a la técnica de conservación arquitectónica aplicada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 16 misiones de Baja California, se ha logrado detener, en un 80 por ciento, el deterioro que provocan los factores ambientales en las edificaciones construidas entre 1752 y 1834.
Esta labor se realiza desde hace 14 años y ha ayudado a la mejor preservación de las construcciones hechas por jesuitas, franciscanos y dominicos, informó en un comunicado el Instituto.
Explicó que este método de preservación, creado por especialistas del INAH, consiste en el recubrimiento de las misiones con una pasta hecha con arcillas de la región, a las que se agrega un aglutinante natural de origen vegetal, animal o mineral, como baba de nopal, estiércol o cal.
La mezcla es aplicada en los muros, de modo que el adobe queda protegido con lo que los restauradores denominan una 'capa de sacrificio', revestimiento que recibe los daños causados por el intemperismo.
Carlos Chávez, arquitecto del Centro INAH-BC, responsable de la conservación de los sitios misionales históricos de Baja California, informó que esta técnica se aplica desde hace 14 años en estas construcciones coloniales, como parte de un programa de largo aliento para el estudio, rescate, protección y conservación de las mismas.
'Cada año, antes de que comience la temporada de lluvias que en Baja California se registra de noviembre a febrero, cada una de las misiones ubicadas a lo largo de 750 kilómetros y alejadas entre sí, es recubierta con dicha pasta que impide que el agua, el sol o el viento toquen directamente el adobe', comentó.
El especialista señaló que esta tarea se enmarca dentro del Proyecto Corredor Histórico Camino Real Misionero de las Californias (Alta, Baja y Sur) , donde se localizan un total de 61 edificaciones levantadas por misioneros jesuitas, franciscanos y dominicos para la evangelización de los indígenas de la parte norte de la Nueva España.
'En el estado de Baja California, están 18 de las 61 misiones de la península, de las cuales 16 son de adobe y dos de cantera; el programa ha permitido frenar el deterioro en aquellas construcciones hechas con ladrillos de arcilla, que presentaban un daño acelerado por las características de su constitución', explicó Carlos Chávez.
Factores como la humedad, la acción del viento, la radiación solar, la flora y fauna nocivas, así como el vandalismo en el caso de las más alejadas a las poblaciones, son los causantes de que la mayoría de las misiones sólo conserven entre 35 y 40 por ciento de su construcción original.
El arquitecto del INAH explicó que cuando estas edificaciones fueron abandonadas por los evangelizadores, alrededor de 1840, lo primero que perdieron fueron sus techos, porque la gente llegó a quitarlos para su reutilización.
'Con el retiro de las cubiertas comenzó su deterioro, ya que el sol, el viento y el agua llegaron directamente a los muros interiores, entonces se cayeron los aplanados y las paredes se empezaron a debilitar; una construcción de adobe si no tiene cubierta se deteriora rápidamente.'
Chávez explicó que los trabajos de conservación de estos inmuebles coloniales también han implicado su limpieza, consolidación, protección y mantenimiento periódico.
El especialista descartó la reedificación como alternativa de preservación de las misiones.
'En ninguna de ellas se ha recurrido a la reconstrucción; los tratados internacionales de restauración establecen que si un edificio ha perdido más de 80 por ciento de su composición no es posible hacerle reconstrucciones porque se caería en la falsedad, y éste es el caso de las misiones de adobe de Baja California', añadió.
Es así que desde 1996 el mantenimiento de las misiones es constante, con la finalidad de que no avance su pérdida.
A través de este programa de conservación, el INAH también ha dado atención a las dos misiones de cantera que hay en Baja California, Santa Gertrudis y San Francisco de Borja, fundadas por los jesuitas en 1752 y 1762 respectivamente.
'En ambas se han realizado diversos trabajos de restauración mayor en distintos momentos, así como una labor de conservación permanente que consiste en limpieza, resanes y reposiciones de elementos deteriorados', manifestó Chávez.
Abundó que en el caso de la Misión de Santa Gertrudis, ésta tiene muchas alteraciones y elementos arquitectónicos ajenos, debido a restauraciones hechas antes de que el INAH llegara a Baja California.
'El retiro de esos componentes será muy lento, porque requiere de un estudio profundo para saber con certeza cómo era originalmente y no caer en falsedades arquitectónicas'.
Indicó que entre los trabajos más recientes hechos a esta misión destacan el resane de muros, la consolidación de los cimientos de la fachada principal, integración de algunos pretiles y recubrimientos de arcilla sobre vestigios de adobe.
En tanto que en la misión de San Francisco de Borja, se han hecho trabajos de conservación -conjuntamente con la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH- realizados en 2009 y 2010, en los que se logró también la reintegración de los pretiles, en tanto que se encontraron datos de sus características y de cómo fueron hechos originalmente.
El arquitecto Carlos Chávez explicó que aunque existe un plan maestro para la conservación de las misiones, cada sitio cuenta con un proyecto específico para su rescate, elaborado tras un periodo de observación, análisis y estudio individual.
Finalmente, el experto del Centro INAH-BC adelantó que también se trabaja en la elaboración de planes de manejo para cada sitio; 'ya se tiene el diagnóstico de cada misión, y en él están registradas sus características arquitectónicas y la técnica que se usó en su edificación'.
Los sitios misionales en Baja California son: San Telmo (1714) , San Juan de Dios (1714) , Santa Gertrudis (1752) , San Francisco de Borja (1762) , Clamajué (1766) , Santa María de los Angeles (1767) , San Fernando de Velicatá (1769) , Nuestra Señora del Rosario de Arriba (1774) , Santo Domingo de la Frontera (1775) y San Vicente Ferrer (1780) .
San Miguel Arcángel (1787) , Santo Tomás Aquino I (1791) , Santo Tomás Aquino II (1791) , San Pedro Mártir de Verona (1794) , Santa Catarina Virgen y Mártir (1797) , Nuestra Señora del Rosario de Abajo (1802) , El Descanso (1812) y Nuestra Señora de Guadalupe (1834)