—Foto, de Víctor Serna—
Y, su pasaje descontento; 3 anécdotas sobre estas calafias y sus calafieros.
Anécdota #1
Víctor dijo...
En la mañana —recientemente— un señor la hace la parada a la calafia donde yo venía del trabajo "Señor, oiga, cuanto tiempo hace hasta carrusel? El calafiero le responde "es rápido subase señor". "Si pero cuanto haces? Calafiero: agarro cucapa y luego bajo a la insurgentes. Este señor insiste: ¿PERO CUANTO HACES? El calafiero le vuelve a responer: "Suble, no puedo estar parado aquí. El señor frustradamente dice en voz alta, "chingada ma…"
El señor se va muy molesto y el calafiero cierra la puerta y arranca.
Me pregunto a mi mismo: ¿Porqué no contestan lo que se les pregunta? El señor solo quería saber el tiempo que hacia creo para ver si llegaba a tiempo a su destino o decidirse por otra opción, no lo sé. Ahhh, hasta yo me estresé j
¡Qué cosas pasan en el transporte de Tijuana!
Anécdota #2
Héctor dice...
Yo iba a la Macroplaza, y pues como dices, a veces no se leen bien los "destinos" de las rutas pues escriben en el parabrisas bien amontonado todo, pero si alcancé a leer bien que iba hacia la Macro, si no, no me hubiera subido... y tómala que agarró rumbo hacia el bajamaq, para bajar por el cañaveral, "ok pensé", algunos hacen esto, ya me había tocado esta ruta y algunos de ahí del Insurgentes en la altura del Cañaveral ya toman hacia la derecha para ir a la Macro... pero este condenado calafiero, se siguió derecho, hacia abajo, una... dos cuadras, luego torció hacia la izquierda como para ir a la clínica 1 del IMSS... nos estábamos alejando de la Macro en vez de acercarnos... Y, yo me
estaba des esperando y pensando "pues ¿para dónde me lleva este?"... Él no estaba cumpliendo con su ruta publicada en el parabrisas, porque ya sentado como iba yo, leí claramente hacia que lugares se dirigía... Y, que me levanto y le pregunto:
─¿Oiga, que no va a ir a la Macroplaza??
─No, ahorita solo a la clínica 1 y de ahí a las 5 y 10.
─Pero, ¿!Cómo si aquí tiene escrito claramente que debe ir a la Macroplaza!?
El se quedó mudo y la calafia iba llena de gente, pero nadie decía nada...
─¡A ver aquí me bajo y mejor me voy caminando, y ni crea que le voy a pagar porque usted no cumplió con la ruta!
El calafiero no dijo nada, nada tenía que decir en su defensa el canijo, por engañar y no cumplir con su ruta, y yo caminé cerca de un kilómetro y medio... Y, con mis 10 pesitos en el bolsillo.
Anécdota #3
Donaldo dijo...
Para venir a mi rancho (La Misión) tengo que rogarle, si practicamente rogarles a estas personas del transporte público para que me digan a que hora van a salir, pues siempre me contestan:
—Uy, acaba de salir el de la Misión.
Es que no te pregunté a que hora salió—siempre les digo— te estoy preguntando que a que hora va a salir.... Y, siempre me vuelve a contestar el chofer en turno:
—Uy... es que acaba de salir la de la Misión.
Y con toda la paciencia del mundo le vuelvo a contestar es que no te estoy preguntado a que hora salió, el pasado ya pasó, lo que importa a tu pasaje a ¿qué hora va a salir?
—Es que de verdad ya, salió la de la Misión. —Cantinfliando, me vuelve a repetir el conductor.
La paciencia esa maravillosa virtud: aunque marvillosa, es de esas cosas en la vida que tienen un limite, se acaba; pero para no hacer corajes, mejor decidí ya no preguntarles "¿a que hora sale la siguiente?" Están entrenados, por un extraño maleficio....
No me queda otra que fantasear mientras espero sin saber a que hora sale la otra calafia: que construyan un Trolley, un Metro, un Trenesito; para la Mision; o ¿por qué no me hago de un carro? ¿un carro? Por supuesto...
Gracias por su participación, Victor, Héctor, Donaldo. Uno de los eventos relaltivamente nuevo fue el de un chofer de camión que iba de Tijuana para Mexicali que abandonó, al descomponerse su transporte, a su pasaje en la Laguna Salada.
Por experiencia propia he visto, a estas personas comportarse como verdaderos cafres, en la ruta de la Colonia Tecolote, Bulevar Pacifico; además, en una curva que se encuentra antes de entrar a la zona industrial, ahí algunos de estos choferes de esta ruta avientan sus basura, sin ningún escrúpulo, por años está ese basurero clandestino como si fuera hecho por ellos mismos; y cuando les dicen algo, estos simplemente contestan, "¿A usted qué le importa?"
Pero igual, en la otra mano, ¿quién no se acuerda del chofer en la Ciudad de México que les frustró un asalto a unos asaltantes? Hay de todo, como en otras estratos sociales, hay buenos y malos conductores... Pero por su comportamiento para con el pasaje, parece que abundan más los malos.