jueves, 1 de enero de 2015

La Llorona —en Michoacán—

Víctor Serna a través de un amigo en común de facebook, nos comparte esta versión michoacana de la llorona; como le fue narrado por su papá; tengo que serles sincero, al revisar esta historia un ruido sonó afuera de mi casa y me espantó; muy interesante, Víctor. Muchas gracias...

Era una noche fría, las luces de las casas ya se estaban apagando, y nosotros alistándonos para descansar. Desde el patio de la casa se veía el pueblo prácticamente solo, un gran silencio envolvía la noche, una noche que sería muy diferente a las ya acostumbradas en ese pequeño pueblecito pintoresco de Michoacán.

Me despedí de mi hija y subí a mi habitación a descansar, pues había sido un día muy pesado y estaba algo cansado, un presentimiento me invadía pero no le di tanta importancia, pensé que era mi cansancio y lo mejor sería descansar.

Después de unas horas de no poder conciliar el sueño, a lo lejos se escuchaba una mujer llorando, sus sonidos eran muy agudos y estrepitosos, se escuchaba también como los perros aullaban al paso de ella; por un momento pensé en salir pero dude un poco pues se escuchaba cada vez más cerca. Al pasar cerca de la casa salí rápidamente para ver si podía verla, con mucho miedo pero con mucha decisión salí al balcón, allá iba ella suspendida en el aire de vestido blanco y alejándose rápidamente mientras lloraba, no podía creer lo que estaba viendo, lo que desde niño me contaban como una leyenda ahora era una realidad. La llorona había pasado cerca de mi casa provocando un ambiente muy escalofriante en las calles oscuras de esa fría noche.

Que extraño comportamiento de los  perros, al paso de ella se levantaban a aullar y ya que pasaba se acostaban nuevamente como si nada hubiera sucedido. De repente ella se perdió en la oscuridad todo volvió a la calma.

Después salió mi hija de su habitación y me preguntó si la había visto, era evidente que ella  la había escuchado y sabia de lo que se trataba. Esa noche no le dije nada y le dije que todo estaba bien para no asustarla más y pudiera dormir.

Mi piel estaba fría y sentía ese escalofrió interno y la incredulidad de lo que había visto, había escuchado hablar tantas historias de ella y nunca pensé en que algún día me tocara vivir experiencia tan escalofriante. Ahora  ya era testigo de su existencia, había dejado de ser una leyenda para pasar a ser una realidad.

Al siguiente día lo platique con algunos vecinos y muchos la escucharon pasar, mas no se animaron a salir a verla. Fue un acontecimiento  muy comentado en todo el pueblo, la llorona nos había visitado la noche anterior.

Hasta el día de hoy, todavía  tengo grabada la imagen de esa mujer volando en la oscuridad y su voz implorando por sus hijos.

—Víctor Serna—

No sé que tienen las flores llorona 
las flores del campo santo. 
No sé que tienen las flores llorona 
las flores del campo santo. 

Que cuando las mueve el viento llorona, 
parece que estan llorando. 
Que cuando las mueve el viento llorona,  
parece que están llorando.

Versos de la Llorona:



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