—Con motivo al cumpleaños de nuestra Ciudad—
¿Qué hay jóvenes que no les gusta —Tijuana—su ciudad? ¿qué es fea, polvorienta y sucia?...—¡Uy, yu, yui!—; pues que malo eso de que nuestra misma juventud nos eche tierra! ¿Qué les diría yo? Que vivo —en San Diego— día a día; desde mi niñez, desde mi primaria, todo mi crecimiento; no, no soy Tijuanense; soy estadounidense de padres mexicanos, esta es mi vida, aquí nací y a la mejor, aquí voy a morir, en este lado... Pero por lo mismo, lo he oído tantas veces; —Quizás— por hablar español y ser un poco morenito...
"TJ Reject; TJ this and TJ that.. beener... dirty... Coahuilero.. brownie..." (Traducción: Rechazo de Tijuana, Tijuana esto y Tijuana lo otro, frijolero, sucio, promiscuo, cafesoso)... Un sin fin de desprecio y aplicaciones negativas por ser mexicano y amar a mi bella Tijuana... Tristemente escucho esto no solo por los güeros; pero tambien por tantos de los nuestros que ya se olvidaron de sus raíces...
Tijuana nos representa, como la puerta de una casa; mas no cualquier casa: —nuestra casa—, vengas de donde vengas... del interior de México, Centro o SudAmerica, seas deportado; o decidas por ti mismo volver de regrezo para tu casa; por ahí pasas, por ahí se entra y por ahi se sale —del, al— sueño americano; pero Tijuana es más de un trampolín para brincar a Estados Unidos, Tijuana es más que eso; es casa, y salón de fiesta, sala de espera, hospicio; y a la vez progreso, —alternativa— rincón para una nueva y mejor forma de vida.
Aunque tenga mi certificado de nacimiento en USA, Tijuana me ata y es mia.
Tijuana es la educación que me dieron; es frontera, es un microcosmo representante no nada mas de lo que es México, si no que también de lo que es Guatemala o el Salvador, y Costa Rica y más allá. Tijuana es embajadora y receptora; motivo de ser, y de hacer por ella.
Aqui los dos mundos se mesclan y a la vez se separan; te encuentras en una ciudad que representa a un todo; cualqueir estado, todo el país, todo el continente... Y si a alguien no le gusta su tierra, es que no esta hecho de barro, pues ha de ser creado de otra cosa.
(Yo) a mi sabor y mi gusto, me cargo mi garrita —literal y metaforicamente hablando— para sacarle brillo, con todo cariño, nunca hablo mal de mi Tijuana, mis colores, sus sabores, feliz —y con perdón de ustedes—: ¡Qué a toda madre es pisar el suelo, el lodo o como gustes de Tijuana! ¡Qué bonito es apreciar la tierra de mis padres, mis abuelos y la mía, Tijuana le da sentido al contraste de esa jungla de concreto —discriminadora y falsa— en la que vivo, ¿Se les hace que Tijuana esta sucia? Utilicen también ustedes su garrita.
Tijuana es bella; su gente es noble y demasiado buena... Su corazón interno es tierno y muy bello. Tijuana tiene una interesante historia; y ha sabido sobresalir sobre todo lo que se le ha enchasquetado... Tijuana es sobre viviente; y luchadora, típico del espíritu nativo de nuestra gente color bronce; que como el bronce es fuerte. —Tijuana es fuerte— Tijuana es una ciudad que crece sin quien la dome; sin planeacion, y así surge y así se desarrolla en el marco de una leyenda negra; batalla, vive y progresa. Es dura y docil a la vez. De todos es casa, hospitalaria; pero de quien la ama como yo: Es exclusiva, como si Tijuana fuera solo mia. Es violenta —su situación geografica así lo indica— pero creo que es más pacifica que el mar que la arruya; más pacifica que el país que la esquina, en una esquina, en un falzo jucio contra un muro.
Dicen que Tijuana es caotica... Yo digo que, Tijuana es normal y saludable. Dicen que Tijuana es inhumana; yo digo, es que no la conocen por adentro. Tijuana es humana y piadosa, en Tijuana nacen muchos sueños; muchos sueños que se cumplen. A Tijuana se viene ha escapar, no nomas del sur, si no tambien del norte.
Tijuana ofrece esperanza y una libertad poco comprendida por —y en— otros lares; aquí se es pobre y aquí se es rico, hasta los pobres tienen su susten en sus trabajos, por más humildes que estos trabajos sean; mientras grandes emprezas hacen aquí lo propio.
Tijuana es más que una imagen inadecuada, es más de lo que dicen los diarios; o lo que digan los desterrados de sus tierras natales. No te vallas con la finta, o con las aparencias; las aparencias engañan; Tijuana —es espiritu y esperanza— el alma y la fuerza de nuestra raza.
¡Tijuana es bella. Mi bella Tijuana! ¡VIVA TIJUANA!
—RG, San Diego, CA—
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