martes, 1 de enero de 2013

La Tijuana de Lyn May


—La Tijuana que le tocó vivir a Lyn May—

Los sesentas que suerte de vivirlos; decían los promocionales en la tele, los anuncios en el radio y sobretodo el ambiente, que suerte haber vidido esa época.

En los sesentas Tijuana era totalmente otra, sus cabarets abundantes, todos parecian de lujo.

 El Nicte Ha, el Flamingos, la Estrella, el Molino Rojo... El Sansusi. Entre otros tantos.

No, ya Tijuana no es ni la sombra de lo que antes fue...

Ysi ahora hasta parece que están en ruinas o abandonados, hubo una vez que brillaron con una luz inmensa, que te encandilaba.

Y me tocó ver nacer una estrella: a Lyn May.

No, entonces no había el tubo, pero si había "stands" donde las bailarinas exoticas bailaban arriba de una aparente mesa; ahí era donde bailaba Lyn. Todos los antros; perdón, antes no eran antros, se les decía cabarets o congales —de acuerdo al vocablo popular— Todos querían a Lyn May en sus salónes; pero Lyn aparecía siempre en el mismo, antes eran "antros" elegantísimos como ya no los hay en la actualidad; —no, ya no los cuidan; no les dan mantenimiento, ni cuidados— pero no tenías que esparar a tu graduación o a que te invitara a su boda un amigo millonario; por el consumo minimo; en los cabarets de Tijuana todo era como de lujo; el burlesque en Tijuana era su carta de presentación; su perdición y a la vez su entrada al paraiso.

El corazón de Tijuana era la avenida Revolución donde había la mayoría de estos lugares, cabarets, restaurantes y bares; el brillo era lo que parecía más importante; todo estaba muy iluminado, te alejabas de la avenida Revolución —en serio—: ENCANDILADO. Hasta el anuncio de la Coca Cola que estaba a lo alto de la loma, al finalizar la avenida; acorde con estos negocios, brillaba intensamente. Me dio una gran nostalgia cuando lo apagaron.

Como  también me dio una gran nostalgia cuando algunas de sus estrellas se fueron.

Pero antes de que todas esas luces se apagaran, o les bajaran de volumen; si más no recuerdo fue en el Nicte Ha, donde despues de una de esas presentaciones, Lyn May se asercó a nuestra mesa —ibamos varios amigos— y nos dijo emocionadamente:

 —"Muchachos, yo se que desde mucho me siguen, por eso quiero despedirme especialmente de ustedes, esta es mi última presentación, por que ahora me voy al cine".

Se acercó a nuestra mesa; a mi me dio un beso y a los demás los abrazó —o los saludo de mano— y nos dedicó su siguiente numero.

Después de eso, volvió a venir pocas veces Lyn May a Tijuana, pero la vimos en la televisión, en el cine y en los periodicos, pues por ese medio me enteré del altruismo que Lyn se dedicó —sigilosamente— por algunos años, ayudando a construir casas para los pobres; centros de ayuda para mujeres sin oficio, y casa-hogar para niños de la calle.

Sí, Lyn May —Lilia Mendiola de Chi— aunque nació en Acapulco, Guerrero; y de origen Chino, es nacida a la popularidad en Tijuana.

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