Con motivo de que en está zona —en este mes— empieza la temporada de lluvias, una entrevista con Don Roque, señor mayor que dice saber como corre el agua, en Tijuana y Rosarito.
—Don Roque, ¿Es cierto que aquí solo llueve fuerte —huracanadamente— cada diez años?
—Huy, sí, lo tengo registrado desde 1942 y comprobado desde 1952, desde 1962, desde 1972 y cada año que termine con dos...
—Entonces, Don Roque, ¿no tenemos nada de que preocuparnos este año?
—¿Cómo de que no? las lluvias que siguen son las del ciclo 2011-2012; sí tenemos que preocuparnos. Como también tenemos que preocuparnos para el ciclo de lluvias 2012-2013; cada diez años abarcan dos ciclos de lluvias.
—Y qué pasa ¿porqué no hemos aprendido, Don Roque?
—¿Cómo de que no? yo sí he aprendido, como también cada persona que ha decidido en está región quedarse y los que ya nacieron aquí ya deben ir aprendiendo...
—Don Roque, ¿Cómo es posible que cada vez que llueve fuerte, siempre hay muchos ahogados?
—Es que nuestra población es una población siempre flotante, gente viene, llega y se va para Estados Unidos, y la gente nueva siempre hace sus viviendas donde son lagunas y arroyos naturales en reposo (secos); y como esa pobre gente, nuestros gobernantes tampoco han aprendido... Que no deben de asentarse en esas lagunas y arroyos en reposo y en potencia...
—¿Lagunas y arroyos en potencia? Platiqueme un poco me más Don Roque.
—Sí, mi amigo, con mucho gusto...
«Cuando me trajeron mis papás a Tijuana, eran solo unas casitas y unos pocos negocios... Era un valle hermoso. En la zona norte, pegado a la linea, donde solo había un lazo sostenido por unas estacas dividiendo los dos países, había una laguna hermosa donde ahora está el puente México, no había nada, tan solo unas chocitas que funcionaban como cantinas a lado de esa laguna, donde ahora es la Avenida Olvera —Avenida Revolución—.
»Más allá de donde luego pusieron el hipódromo, era otro valle hermoso —virgen— no había más que campo y tres lagunas en lo que ahora es La Mesa. Allí, recuerdo que mi papá nos llevaba a nadar.
»No, amigo, el cambio climático no es nuevo, se ha ido dando poco a poco —desde hace más de cincuenta años— esas lagunas poco a poco se fueron secando; pero allí siguen, esperando a ser con las tormentas otra vez llenadas; por eso cada diez años, la gente que no sabe... y el gobierno que no quiere aprender o que es gente no local; cae en esas lagunas, cuyas aguas derrumban la casas de los pobres.
—¿En serio Don Roque?
—En serio, investiga un poco y veras que es cierto.
—¿Qué le recomienda a la gente que lee mi periódico digital —Blog— Don Roque?
—Que vean por donde corre el agua. Que sí ya en otras lluvias a habido algo de agua que invada sus casas o sus caminos adjuntos, mejor se salgan al menos mientras duran las tormentas, la temporada de lluvias al menos de estos dos ciclos. Siempre hay casas de renta en áreas más seguras, parientes que los puedan recibir. Y que exijan a las autoridades para que les digan cuales son las áreas habitables para hacer sus casas.
—Don Roque, yo lo postulo a usted para que se valla a trabajar a protección civil. Gracias. Ah, Don Roque, antes de que se me olvide ¿usted conoció a Al Capón?
—Huy sí, en su estancia que sostuvo aquí en Rosarito, y las veces que vino a Tijuana; era muy notoria su presencia, era gordito, muy claro, elegante, pero pasaba como mexicano, usaba un sombrerito de moda —de aquellos años— y hablaba español perfecto; pero con acento italiano.
Dicen los que recuerdan, que en el Tijuana de los Cuarentas, Cincuentas, que ahí donde hoy es el Fraccionamiento Las Palmas, que había un arroyo y muchos arboles, pero que una inundación , de esas de cada diez anos, sellevo todos los arboles y que no quedo naditita de nada....
ResponderEliminarHermosas historias
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