Los Días de la Romántica Tijuana

No sé por qué; pero siempre, siempre que me acuerdo de aquellos ayeres, siempre me encuentro o en abril o en mayo... Como cuando con mi milongona —mi vieja ruca— nos escapábamos para el tango. El Tango, la Tijuana de entonces. No salíamos de esos congales, esos congales; así le decíamos entonces a cualquier antro...

Era el quince de la prima Rosa, lo sé perfectamente, por que los cumple en abril, ¿o en mayo? y su borlo fue en el espectacular y mejor congal de entonces: El Palacio Azteca, y en su salón dorado, y tal como ahora, y tal como siempre... Nos apuntamos, yo y mi ruca, la más chingona.

No me acuerdo de que fuimos padrinos, fuimos padrinos de algo, de ramos o de tarjetas —no— no soy un olvidadizo; lo que pasa es que fueron muchas las fiestas, muchos los borlos; y mucho de lo que fuimos padrinos.

Pero en esa ocasión pasó algo, algo pasó con la milongona —no— no estaba enojada, fue un asunto familiar... Y me dijo: —hoy no puedo, pero te dejo libre... Vete a bailar tú solo.

Y le tuve que llevar el regalo, solo a mi prima Rosa...

El borlo se acabó temprano; como a las dos de la mañana. Mis grandes camaradas de siempre; Pablito, Daniel, Agustín y Leonardo, querían seguir bailando. Recordando esas palabras de mi milongona, me di permiso; para ir a seguir cantando, con mis socios, los solitarios.


Y en el Danubio Azul le seguimos, y entre tantas rolas como "Ayer me dijeron" y "Nunca Digas" que se nos dieron las seis; pero queríamos seguirle, sorprendidos así por el día. —Ay güey, qué día, o devo de decir ¡qué noche!—.

Aunque había tomado un poco, llegué con bien para mi cantona; con ella me dormí pensando... extrañando a mi milongona, ¿Pero qué tal? cómo estuvo el borlo... Me la imaginaba preguntando.

Y con ella, de repente me vi en el Mutua ¿o en el salón de los Telefonistas? En otro gran evento, bailábamos pegaditos, cachetito y cachetito. Y al son de Los Johnny Jets, con su canción —Por fin— y el Grupo Venus, con su rolón del momento —El viento, la brisa y tu recuerdo— Y Los Apson, Los Blue Notes, Los Ángeles Negros, Los Moonlights, Grupo Yndio, Los Polifaceticos, Generación 2000, California Brass... Soñaba.


En mi sueño —bailando— seguía con la milongona. Pero si fue un sueño ¿por qué no se me ha olvidado? —Por la cura, y de la juventud locura de mi querida y romántica ciudad —Tijuana— Tijuas la de entonces: —yo solito me respondo—.

Y entre momentos tan curados, así le decimos en Tijuana ¿A lo sagrado? —No— ¿A lo divertido? —Nel— ¿A lo demasiado bueno? —Tampoco—. Una palabra que aquí inventamos y solo nosotros en Tijuana, la entendemos y la usamos...

Momentos de un ayer que jamás son olvidados. Cantidad de romanticismo que existió, ¿que existe? en la juvenil Tijuana; tiempos cuando la bola se dejaba ir al tango, al playón, a donde hubiera borlo y motivo pal' trasnoche... ¿Quién cómo entonces?

Ahora los jóvenes tienen —y tendrán— su propia cura, pero como la mía, y la de quienes nos tocó vivir la de los sesentas y setentas, nos la rifamos...

De Tijuas, un loco enamorado.

—Solo Por Lobo—