lunes, 3 de noviembre de 2014

La Princesa y el Doctor


¿Fabula, cuento o vivencia? ¿las tres? Una observación nada más: Aprendemos de nuestros errores; aprendemos de los errores de los demás. Aprendemos—implica que—: Hay varios tipos de educación; la que nos dieron —o recibimos— la de la casa, la escuela, la de cada día, la profesional, la de la vida. No importa en cual categoría de educación estés; no la desdeñes, edúcate a ti mismo.

Ella era, y seguirá siendo en mi  corazón...

Bonita como la más bonita princesa que haya habido. Tan bella y misteriosa como la más lejana estrella. Todo para su familia, y todo para sus amigos, y de un corazón grandioso; por eso y con alegría, el mundo en sus giros, la complacía en todo.

Se le llenó el corazón de amor e ilusiones cuando un hermoso galán le hiciera ojitos y le habló bajito.

«...Mi princesa, para ti el mejor castillo. Mis sueños que quiero compartir contigo: Mi brillo puesto que seré un gran doctor para ti todo, la más hermosa princesa de mi castillo».

Las princesas primorosas suelen ser caprichosas; y aunque lo tengan todo, quieren más flores, quieren más risas, y sus sueños todos —uno a uno— verlos hechos realidad.

Pues una noche, esta princesa, vio un destello de luz amanecer, con sonrisa de angelito y carita de bebe...

Ella se dejo llevar, realmente no sé por qué, y con permiso del gran Señor dueño de todo, fue a lo más inmenso de los cielos, volando por el firmamento, hasta llegar a tan lejano cielo; y aquel destello de luz, para ella lo tomó.

La princesa vuelve a casa feliz con su destello; y se lo lleva a su galán doctor. ¡Mira mi amor esta flor, ¿será astro, será estrella? «Lo que sea mi princesa sea astro, sea estrella, para ti todo mi amor».

Pero en este punto del cuento, la historia da un giro terrible; ya que de galán, este impostor, pasa a grotesco; no quería la luz de aquel destello; ni le importaba si fuera astro, o si fuera estrella. A él lo único que le importaba era solo su propio brillo, y aquel destello de luz le hacía sombra. Entonces este personaje grotesco con gran saña, hace uso de su espada; y de pronto y de repente, el corazón de la princesa arranca.

Esta mala persona a la princesa con el corazón deshecho tiró a un poso.

Ahora en la más doliente penumbra; el doctor cumple una pena sin brillo, pues como venganza del cielo, aquel destello de luz le seguirá haciendo sombra, en la más oscura conciencia, y en el más cruel calabozo.

Moraleja Doble. No te dejes llevar por el brillo —carisma— de las demás personas. No te eches compromisos que realmente no quieras.

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