Mientras en Estados Unidos, hacen campaña para que su gente no venga a México, que no venga a Baja California —Que no venga a Tijuana—: Nosotros estamos esperando el aguinaldo, para gastar y gastar hasta lo que no tenemos. Esperando, esperando, como señal divina —el aguinaldo— para irnos a surtir al otro lado —desesperadamente— nuestras despensas navideñas, los adornos, los regalos y...
Nos sometemos a:
- Largas horas de espera en la linea.
- Malas caras de los aduanales.
- La ingratitud de los vecinos, como dice el gobernador Osuna Millan.
- Comparar cosas "extras" no necesarias: La hamburguesita, los dulcesitos, que nos hacen más gordos y propensos a la diabetes.
- El estrés.
- Hacer a otros más ricos, mientras nosotros quedamos más pobres.
- Y de regreso —otra vez— a otras tres horas de linea.
¿Valdrá la pena?
Tú y yo, hacemos Tijuana, compra en Tijuana.
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