—Ciudad Caótica—
¿Realidad o ficción? ¿ficción o realidad? Esto parece una redundancia y una repetición; pero ninguna de las dos, a lo que me refiero es ¿qué antecede o qué procede primero la realidad o la ficción? ¿o la ficción a la realidad? Mejor se lo dejo a su criterio, entérse usted mismo.
Los inmigrantes repatriados en el bordo, esos que rechazaron los americanos por su "status legal", esos que cuando cruzas el puente a pie para ir o regresar de Estados Unidos, te piden, "dame para un taco" ¿Una voz? No, cien voces. Los farmo dependientes que te piden para comer y se van a comprar droga. La policía que saben donde se surten; pero no van tras de ellos, por que están en complicidad con ellos!
Los secuestros, y la policía otra vez coludida con ellos.
Los mendigos que te siguen y se apresuran a tu paso para que les des una ayuda; los que les das tres pesos, y te exigen más con cara de diablos y una navaja. El delincuente que te checa para ver que traes para quitártelo.
El crimen organizado; y el que no está organizado.
Los balazos repentinos de los malandros que se persiguen unos a otros.
Yo me quedé traumado cuando al salir de mi lugar de trabajo, uno con un cuerno de chivo, mató a otro, que estaba a mi lado... No tanto por que me quedó cerquita, pero por la horrible sensación de ver, oler y conocer el sabor de la muerte... algo que afecta todos tus sentidos, todavía en algunas de mis noches, esta pesadilla revive una y otra vez en mis malos sueños.
Los entambados. Los encajuelados. Los encobijados. Los encinerados.
La mocha-patas.
Los pepenadores, no me refiero a los que se dedican a eso, me refiero a los que buscan comida en los botes de basura de los negocios y de las casas, que dan pena, que dan miedo, por que el hambre es canija!
Los zombis.
Ya no es como antes en las colonias de está ciudad, ahora tienes que cuidar tus espaldas; ahora tienes que cuidarte de la oscuridad de la noche, por que te asaltan hasta de día. Antes eran pachucos, después cholos, ahora reguetoneros!!
La trata de personas, los vagos, los roba chicos. La mendicidad forzada. La mala impresión de un suicidio.
Los negocios cerrados permanentemente.
Las calles vacías. Por todas estas cosas y más hay que andar con mucho cuidado en ciudad Gótica.
¿Dónde está Batman? —Me pregunto—.
Llego a mi casa y me doy cuenta que... No. Todo esta bien, tan solo es neurosis; mientras a lo lejos escucho las sirenas de un convoy de patrullas.
Y con un alta voz un carro brindado anuncia: "La criminalidad va a la baja", dice con voz de mujer el ayuntamiento de ciudad Gótica.
Ciudad Gótica. Espérela en su cine favorito.
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