Me desocupé temprano con la entrevista; esperaba cruzar de regreso más tarde; y como le debía una visita al evento Tijuana Innovadora; decidí ir de una vez y ya no pos ponerlo. Además tenía curiosidad por la marcha de ayer en unión con los estudiantes de Ayotzinapa; que después de 15 minutos de protesta; gritos y consignas, ahí en Tijuana Innovadora, los estudiantes mejor optaron por dispersarse.
Al llegar lo primero que me recibió fue un ambiente de Kermes de Iglesia, o de fiesta de pueblo, un bezar de puestos de comida —a ladito del Cecut— con olores muy sabrosos, a carnitas, piñas asadas y a limón. Noté que había botes de basura hechos de cartón; con cuatro letreros; plásticos, aluminio, perecederos, papel; le pregunté a una mujer policía que estaba de emergente en un lugar junto a los botes; —¿son permanentes o por el evento? —Son un experimento dentro del evento, de "wastelab" para ayudar a combatir el cambio climático y cuidar el medio ambiente. —Que una mujer policía me contestara así, fue algo que vi muy positivo de Tijuana Innovadora.
Después de echarme unos tacos, y separar mi basura, me fui a recorrer Tijuana Innovadora; menuda sorpresa; otro bazar, pero este de conocimiento... Me encantó. Que pena, mi grabadora ya la tenía llena por la entrevista; pero aun así, opté por recorrer, las novedades y los beneficios de este evento.
De momento me sentí un personaje de película; ¿cómo explicarme? Entré a consciencia que estaba entre puros jóvenes de secundaria y preparatoria; como los que recorrían los corredores del Cecut, donde se lleva a cabo el evento; igual los que atendían las diferentes salas de los eventos. Amabilidad, buen trato, sonrisas. —¿Estoy en Tijuana? ¿y los adultos?— era lo que pensaba.
Le pregunté a una señorita con un gafete del evento: — ¿estoy en horas fueras para el público? —No, pasé y disfrute de Tijuana Innovadora, bienvenido; empiece por aquí, —me dijo.
"Y ¿los adultos?" le quise preguntar, a esa misma señorita; pero no lo hice. No lo hice, por que algunos jóvenes se me acercaron para saludarme, y darme la bienvenida, lo que noté que eran jóvenes; ambos con gafete y sin gafete, una señorita muy amable me dijo: — ¿está listo para su conferencia? —Hizo que se me dibujara una sonrisa en mi cara, claro me di cuenta que me estaba confundiendo con alguien, y le dije: —bueno, todavía no me invitan a que sea conferencista pero cuando gusten "hablemos de leyendas" estaré listo.
Se disculpó apenada, y me dijo con quién y por qué me confundió; pero le dije sin conocer al expositor, que para mi era un honor; que bonito, gracias.
Seguí mi recorrido, y me dirigí a un pabellón donde un joven; prepatoriano seguramente, me dio una reseña del portal, que lleva e invita a un nuevo —aquí y ahora— una nueva forma de educación, educación virtual y tridimensional... después de la reseña, una jóven me puso unos visores y me hizo participar en un juego para entender esta innovadora forma para educar, que viene para un futuro, que ya está aquí. Era un juego, no hice puntos, y no me gané una camiseta... pero fue algo muy interesante.
También me llamó la atención el pabellón sobre migración; con muchos retratos enmarcados de lo qué es y lo qué está pasando en Estados Unidos con los inmigrantes... Mucha gente en contra, —los xenofóbicos— y otra tanta a favor, —los latinos y los promigrantes—. Imágenes que llevan a uno a relexionar la disyuntiva ¿este evento es por que ya no nos quieren allá en Estados Unidos; o, por qué de veras este país ya no quiere fuga de cerebros? Mucha gente mexicana triunfadora en Estados Unidos, guaú tantos. En mi humilde opinión este país dejará de tener fuga de cerebros; cuando haya empleos bien pagados, cuando se acabe la inseguridad, y nosotros mismos seamos más humanos... pensé, pero no se lo dije a nadie... para no aguadarles esta fiesta; a este montón de jóvenes que no dejaban de tratarme como una celebridad... No me cansé de decirles, gracias. Y si no me entrometí en un horario para jóvenes, me preguntó, ¿y los adultos? ¿qué, esto ya no es para nosotros? A la mejor fui en horas para escolares y no me lo dijeron para no echarme a perder a mi la fiesta... jejeje.
La innovación es para todos; principalmente para los jóvenes, pero los adultos podemos poner igual nuestro granito de arena... pensaba pero no se los decía. Lo que si les dije, a los jóvenes de los diferentes pabellones quienes me atendieron y trataron muy bien fue: —les faltó un folletito para que todo esto tan bonito que me están explicando se nos quede un ratito más en la cabeza. —A lo cual me respendieron de muy buena gana: —¡Gracias, lo tomaremos en cuenta, señor!
Otro pabellón que me llamó mucho la atención fue el Automotriz, no entré pero lo vi desde lejos, tenían un brincolín con el logo de los Zonkeys de Tijuana; donde jóvenes y adolecentes jugaban baloncesto; felices saltando como niños. Me alegró verlos, es un ejercicio que debemos cuidar para siempre, sin importar la edad y para todas las edades, y no etiquetar "jugar" solo para los pequeños... Nuestra gente ha tenido por muchos años muchos descalabros, devaluaciones, violencia de todo tipo, inseguridad; creo que por eso, hemos perdido la capacidad de sonreir... Debemos tener la innovación y la dinámica para volver a gozar de una sonrisa. —Claro, no se los decía para no echarles a perder la fiesta— Tal vez por eso, los marchistas optaron por dispersarse la noche de ayer, además parece que es un evento manejado por los mismos estudiantes. Los estudiantes no deben estar en contra de los estudiantes, ni los jóvenes en contra los jóvenes... Ni la gente en contra de la gente.
Y, ¿qué tiene que ver los mendigos, los "pathandlers" y Tijuana Innovadora? Que tal vez necesitámos innovarnos con nuevas carreras en las universidades; innovadoras, que estudie y analice los problemas de la actualidad; especializadas en la mendicidad; en los indigentes; algo nuevo, una carrera un poco más profunda que la psicología, una que busque y dé una respuesta, una solución para estos seres humanos que abundan en nuestras calles; otra, en lo social, una carrera que se preocupe hallar una solución a la inseguridad, a la inestabilidad, a los problemas, esos que nacen en casa, en el "yo" interior de cada persona.
¿Carreras nuevas? ¿para estos problemas que parecen por siempre permanentes y actuales? Se vale soñar, después de todo; todo empieza con un sueño. Gracias, Tijuana Innovadora.
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