Las "cinco esquinas" es una localidad en Tijuana a la altura de la colonia Alemán; que se encuentra en la calle Segunda cuesta arriba si vas a Playas de Tijuana; o cuesta abajo si vienes de regreso de Playas; lo cual quiere decir que es zona de declive, cerro; pero cerro urbanizado; zona de las más antiguas de Tijuana.
Las "5 esquinas" es algo un poco irregular; porque no en cualquier crucero de calle te vas a encontrar con cinco esquinas. Cinco esquinas cada una con sus negocios; puestos, librerías y los abarrotes que nunca faltan. Me gusta subir por la calle Segunda de vez en cuando; para hacer ejercicio; para cuidar la linea; es una zona como para hacer senderismo; pero senderismo urbano; es una lastima que me queda lejos; es una aventura que me gusta hacer cuando puedo; y me la doy, aunque no sea a diario; ahora que he tenido la oportunidad, heme aquí listo para ir a darme mi paseo loma arriba por la calle Segunda.
Y que mejor ahora que está cambiando el clima —perfecto— me gustan mucho estos paseos, yo les llamo hacer senderismo urbano; y más con este clima; octubre. Salí de mi casa para llegar a las cinco de la tarde, y como dicen que ahí han visto a una mujer "que está y que de repente ya no está", me hice a la idea también de hacer un poco de investigación.
Me bajé del taxi en la calle Constitución; y me fui caminando por la Tercera hasta la calle Mutualismo; para doblar a la Segunda; no sé por qué, pero siempre que camino por estas calles, me parece siempre un mar de gente; pero después de la Mutualismo, el gentío empieza a disminuir. Me aproximé a las "5 esquinas", aproximadamente a la hora pensada, pasadita de las cinco pm.
Con el pretexto del celular, entré a una pequeña miscelánea para comprar tiempo aire; y aprovechándo de que no había tantos clientes le dije a la dependiente: —¿Es cierto que se aparece aquí una señora? La muchacha me vio como si estuviera loco, y me dijo: —No... al menos yo no estoy enterada, soy nueva en la zona.
Seguí un poco más adelante y entré a una panadería; para un refrigerio, escojí una cemita, y haciendo me el chistoso le pregunté ahora a la señora que me atendió, le dije: —Soy reportero de mi propia pagina de leyendas, ¿sabe usted algo de una señora que se aparece, o algo así aquí en las "5 esquinas"?
La señora se quedó pensativa, se me quedó viendo por unos segundos y me dijo: —Yo no la he visto, pero los niños usted sabe como son, y como aquí estamos rodeados por todos lados de panteones; no ven solo a una "señora"; pero a toda una familia de fantasmas.
—Cosas de ¿niños? —se mete a la conversación otra señora, cliente de ahí mismo; y le dice a la dependiente— gente adulta también los ve... y, si se espera —volteandome a ver a mi — un poco más tarde, hasta que oscurezca, usted pueda que también la vea.
—La ven cruzar de una esquina a otra, cruza una calle; cruza otra, vuelve a cruzar otra... Y cuando más atento estás, algo te distrae; y ya se te perdió. ¿Qué hace? ¿qué quiere? y ¿para qué se manifiesta? —Interrumpe un panadero que escuchaba más allá del mostrador. —Tal vez no se quiera ir sola; y es su forma sutil de llamar la atención.
Si hubiéramos tenido cada quien diez años menos; hubiera pensado que erase un dialogo tipo carrilla, de broma; pero estabamos hablando enserio; y aquello que me dijo aquella señora; me parecía como si fuera un reto; no que yo crea en estás cosas; soy escéptico; soy cazador de leyendas no de fantasmas; pero me fui a comer mi cemita y el yougurt que me compré al parque Teniente Guerrero; sentándome en una banca bajo un árbol, disfrutando de la tarde y de mis aperitivos; viendo y escuchando a los músicos épicos del parque; para hacer tiempo.
¿Un reto? Vamos ¿a cabo qué? El senderismo siempre ofrece un día de campo.
Eran las 6:05, se aproximaba el ocaso; decidí volver a las "5 esquinas". Le calculaba llegar en media hora; realmente me gustó ese desafío tácito, sin mencionarse, de aquella señora; y ahí estaba, otra vez "turistiando" ahora buscando ver algo que "no existe"; me dirigí otra vez a la panadería, la señora que me atendió ya no estaba, hora estaba una muchacha mucho más joven; cuando vio que la miraba, noté, a través del cristal, que la asusté. No quise asustarla, la verdad era que estaba buscando a las personas de poco antes. Quise comprar otro pan; para disculparme; pero me lo prohibí por la dieta... ha de haber creído que era un fantasma o un delincuente, así la "tijereaba" a mis adentros.
Nada de fantasmas; no que esperada verlos, pero hay algo que si noté; el ambiente; era totalmente diferente al de hacía un par de horas. No me refiero a que la gente de los comercios ya no era la misma; me refiero al ambiente en general. ¿Cómo explicarme? ¿pesado? Como si faltara movimiento, alegría; gente; como si la luz mercurial y de los negocios fuera demasiado tenue; y los carros hubieran bajado de velocidad y de volumen al marchar... Como si fuera el mismo lugar, pero ahora en una nueva dimensión; como si junto a mi —alguien más— esperara ver pasar a la de las "5 esquinas".
Yo vivo en la colonia alemán y nunca había escuchado hablar de esta leyenda, de echo había noches en las que me quedaba allí esperando un taxi un poco más de las 2 de la madrugada, pasaban minutos y como soy una persona que le gusta mirar a su alrededor nunca me percate de nada inusual , pero de todos maneras me gustaría un día de estos quedarme allí con la intención de ver algo a ver que pasa
ResponderEliminarGracias, Christopher por comentar, y si gustas, compartenos tu experiencia, o algo que gustes, que si hayas escuchado en la colonia Alemán. Saludos.
EliminarHola Compañeros de Grupo 5 Esquinas me podrian apoyar con el numero telefonico del compañero Francisco Guzman Gutierrez (paco). Me urge compañeros.
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