La Cascada de Alisitos

Alisitos es el nombre de una villa, un arroyo y una cascada, al sur de Rosarito, casi llegando a la delegación de Ensenda; lugares que parecen que por siempre están si serán de Rosarito; o de Ensenada, lugares hermosos, como lo es esa cascada encantada, discreta, que solo conocemos los que vivimos en Alisitos, La Misión y el Primo Tapia.

Esto es un recuerdo; una nostalgia; alusión que vive en mi pensamiento; y por siempre en mi memoria (y en la memoria de muchos más).

Primavera fría, prematura, temprana.

El arroyo que corre, y el monte nos deja ver su cascada.

Es serena, es celosa, es callada; imprescindible, a todos nos llega, fuerte, misteriosa, inesperada. A mi me postula y me persigue; —y me embelesa— como el arrollo; como el río que canta melodioso y dulce; como el viento que sopla por el camino y la enramada...

Paseante despistada, que pasea sobre el puente, dejándote llevar por tanta belleza; perdiéndote entre el camino y la torrente: Es Alisitos que te encanta; y te ha llevado para siempre y por siempre, a su cascada.

—En memoria de Teresa Espinosa—